Un refrán popular español dice: “Renovarse o morir”. Todo lo que no se
renueva, lo que no se alimenta, lo que no se cuida, pierde frescura, vitalidad
y finalmente muere. Es un principio establecido por Dios, ocurre con todo lo que
tiene vida, y también con nuestra fe. Sin renovación una vida llena del
Espíritu, vigorosa y fructífera se transforma en una práctica religiosa hueca,
vacía y estéril.
¿Qué
significa renuevo? Cambiar una cosa vieja por otra nueva, restaurar lo que se ha
deteriorado, hacer que algo vuelva a ser nuevo, que recupere el impulso, la
energía.
Al adorar a otros dioses y perder la presencia de Dios Israel se transformó
en una sombra de lo que debía ser. Vencido por sus enemigos, con reyes que
perdieron la lucidez y el brillo que alguna vez
manifestara el trono de David, con una religión vacía de contenido, legalista,
hipócrita, que adoraba de palabras pero su corazón estaba lejos de Dios. Pero
por medio de los profetas Dios prometió
que vendría un cambio. “En
aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de
la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel” (Is. 4:2) Así como un árbol viejo que ha sido
podado, Dios declaró que levantaría un renuevo, un retoño, un brote que
salvaría a su pueblo.
¿Quién es
ese Renuevo? Jesús, el Mesías. Llamado Jesús el nazareno, que en hebreo
significa “renuevo”. Zacarías 6:12 profetizó: “Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón
cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo
de Jehová”.
Jesús es el
renuevo de Dios que todos los hombres necesitábamos. Al comienzo de su
ministerio dijo que el
Espíritu lo había ungido para dar “buenas
nuevas” a los hombres. Jesús renovó las leyes dadas
a Moisés, “Un nuevo mandamiento os doy”
declaró refiriéndose al amor a Dios y el amor al prójimo. También dijo que el
que “no naciere de nuevo” no entraría en el reino de los
Cielos. Jesús habló de vestiduras nuevas, de odres nuevos
para el vino nuevo de Dios que se derramaría sobre los hombres. Con su muerte abrió un camino nuevo y vivo de
acceso al Padre, rompiendo el velo que nos separaba de él. Pero además rompió toda enemistad
entre nosotros creando en sí mismo “un
solo y nuevo hombre”.
¿Cómo
nos apropiamos de este renuevo para nuestras vidas?
Busca a
Dios con la misma pasión cada día. “Vístanse
con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su
Creador y se parezcan más a él” (Col. 3:10) A través del Espíritu Santo
Dios nos ha dado un nuevo corazón para amarle, sensible, inclinado a buscarle,
inquieto por conocerle más. Cada día hay una gracia nueva disponible para quien
busca su presencia. La gracia de Dios, como un río de aguas cristalinas corre
entre nosotros para volver a dar vida a lo que ha muerto, para purificarnos,
para saciarnos, para refrescarnos. Como con Israel, cada día hay maná del
cielo, hay una respuesta, hay una palabra que te orienta, hay un camino nuevo
para quien tiene que caminar por situaciones desconocidas.
No te
aferres al pasado. Tenemos la tendencia a recordar con melancolía días y
experiencias que ya no vuelven, pero aprendamos de Pablo a olvidar el pasado y
a mirar hacia adelante. No nos aferremos a nada que nos retenga a ese pasado.
No seamos enemigo de lo nuevo, porque todo avivamiento espiritual trajo lo
nuevo de Dios, nueva luz, nueva revelación, más gloria. A veces lo bueno
conocido es enemigo de lo mejor, y Dios siempre trae lo mejor.
Las
religiones de este mundo miran para atrás, se aferran a tradiciones y viejas
historias, y adoran a hombres que quedaron sepultados en el tiempo. Pero
nosotros adoramos a un Cristo vivo, a un Cristo actual, al Renuevo de Dios.
Adoramos con un espíritu nuevo, con una adoración nueva, con cánticos nuevos
que vienen del trono de Dios.
Renueva
la mente. Romanos 12 nos habla de renovar el entendimiento y no conformarnos a
este mundo. Tenemos que permitir que la Palabra nos siga desafiando a crecer en
el conocimiento del Señor. No nos conformemos a lo que conocemos. Hay más de
Dios para nosotros. Tenemos que dejar atrás viejas formas de pensar y de ver a
Dios, y para eso, nada mejor que volver a la Palabra. A través de ella
descubrimos un Dios cada vez más grande, más poderoso, más creativo, que rompe
con nuestras limitaciones y nuestros argumentos humanos. Cuando nos volvemos a
la Palabra de Dios, descubrimos que a diferencia de otros libros históricos, la
palabra inspirada por Dios está más viva que nunca y se renueva cada día por el
Espíritu que opera detrás de la Palabra.
Fluye en
la libertad del Espíritu Tenemos que recordar que Dios nos salvó por medio de
la “renovación en el Espíritu Santo, el
cual derramó en nosotros abundantemente”
¡El
Espíritu fue derramado abundantemente para que podemos ser renovados constantemente!
Si cada día nos dejamos ser guiados por él, si valoramos su comunión, y si
fluimos derramando bendición sobre otros, así como una fuente de agua viva, el
Espíritu saciará nuestra sed y nos mantendrá siempre renovados
El
aceite del Espíritu se renueva cuando volcamos de ese aceite en otros. Los
dones se potencian cuando se ponen en uso. El fuego es avivado cuando agregamos
más leña. El agua se mantiene pura mientras corre libremente. Cuando limitamos
las vasijas, cuando ponemos diques, cuando echamos agua al fuego, cuando
queremos manejar al Espíritu, entonces en vez de renovarnos nos endurecemos.
Mantente activo, sirviendo, amando, fluyendo, animándote usar todos tus dones,
siguiendo las decisiones del Espíritu.
Hoy la
iglesia tiene que volver a Cristo para encontrar el renuevo espiritual, y por
el Espíritu renovar las fuerzas, la pasión, el fuego; renovar la manera de
adorarle y de servirle.
Recordemos
la promesa del Señor:“He aquí se
cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré
notorias” (Is. 42:9)
Fabuloso espíritu que mueve al autor de este editorial. Sepamos escudriñarlo y llevarlo a la práctica, para no dejar en la inutilidad el acto más valioso que hizo ser humano alguno, el testimonio de entrega, erudición, poder y sacrificio de Jesucristo
ResponderEliminarPoderoso estudio Gloooria a Dios estaba buscando un nombre para un grupo en la iglesia y Dios me trajo a la mente la palabra renuevo 🙏 gracias,Dios le continúe bendiciendo
ResponderEliminarDios lo bendiga me encanto lo copié para seguir leyéndolo gracias.
ResponderEliminarFabuloso mensaje quedé enamorada de esta enseñanza. Dios les continúe bendiciendo para que sigan siendo de bendición para otros.🙏
ResponderEliminar